Ese mismo año los barones marcharon sobre Trípoli, donde Bohemundo estaba residiendo, y sitiaron la ciudad.
Bohemundo VI hizo un contraataque, pero fue derrotado y herido en el hombro por el propio Beltrán.
Bohemundo se vio obligado a permanecer asediado en la ciudad hasta que los templarios enviaron hombres para rescatarlo.
Un día cuando Beltrán visitaba uno de sus pueblos unos campesinos armados repentinamente lo atacaron y asesinaron.
Los rebeldes fueron intimidados y se retiraron a Gibelet.