La Bean-nighe, también conocida como “lavandera” o “lavandera en el vado”, se puede ver en lugares solitarios junto a arroyos o estanques, lavando la sangre de la ropa blanca y mortajas de aquellos próximos a morir.
Entonces, deben agarrar uno de sus pechos, introducírselo en la boca y decir ser su hijo adoptivo.
Sin embargo, si es la lavandera quien ve al sujeto primero, éste perderá el uso de sus extremidades.
A menudo se ve tan concentrada en sus tareas de lavado y en cantar que se puede capturar; además, si alguien consigue sujetarla y mantenerla quieta tras aproximarse con sigilo, le revelará la identidad de la persona que está a punto de morir y le concederá 3 deseos.
[4] Existe otra leyenda, recopilada por Alexander Carmichael en “Carmina Gadelica, Vol.II”, que cuenta la historia de “Guille-cas-fliuch”, quien una noche se encontró con la bean-nighe, lavando y frotando su ropa mientras gemía y se lamentaba.