Son muy comunes en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, con raras especies de agua dulce.Tanto el nombre común como el científico aluden a su parecido físico con ciertos anfibios (batracios).Para camuflarse presentan un cuerpo de color marrón con algunos puntos o manchas negras, aunque alguna especie que habita en arrecifes de coral presenta colores llamativos.Las especies de la subfamilia Porichthyinae se caracterizan por tener fotóforos en los laterales, que producen bioluminiscencia.[1] Son peces apreciados en gastronomía, fáciles de encontrar en los mercados y que alcanzan un precio alto, por lo que son de importancia comercial.