La batisfera (del griego βαθύς bacís «profundo» y σφαῖρα sfaira «esfera») fue un ingenio sumergible tripulado, precursor de los submarinos exploradores de las profundidades abisales.
Fue inventada en 1930 por los exploradores estadounidenses William Beebe y Otis Barton, y usada para realizar las primeras exploraciones in situ de las grandes profundidades marinas.
Realmente es un objeto inerte y la rotura del cable supone el final de toda la aventura.
Debido a que a mayores profundidades el peso del cable umbilical se torna inmanejable, es poco probable que dicho récord sea superado.
En 1948, Barton bajó en solitario hasta 1.370 metros (según el libro de Bill Bryson, "Una Breve historia de casi todo") utilizando una batisfera modificada, el bentoscopio.