Batería de plomo y ácido

Aunque su utilización y forma más conocida es la batería de automóvil, este acumulador tiene muchas aplicaciones.

[8]​ En 1881, Camille Alphonse Faure desarrolló un modelo más eficiente y confiable que sería un gran éxito en los primeros automóviles eléctricos.

Posteriormente, este dispositivo se convirtió en la primera batería de tipo recargable que fue comercializada.

Las baterías en los automóviles actuales hoy todavía trabajan esencialmente bajo el mismo principio.

Según el número de placas, la corriente (intensidad) suministrada será mayor o menor.

Para que no haya contacto eléctrico directo entre placas positivas y negativas, se disponen separadores aislantes que deben ser resistentes al ácido y permitir la libre circulación del electrolito.

Los electrones intercambiados se aprovechan en forma de corriente eléctrica por un circuito externo.

Los procesos elementales que transcurren son los siguientes: PbO2 + 2H2SO4 + 2e- → 2H2O + PbSO4 + SO42- Pb + SO42- → PbSO4 + 2e- En la descarga baja la concentración del ácido sulfúrico porque se crea sulfato de plomo y aumenta la cantidad de agua liberada en la reacción.

Muchos de los acumuladores de este tipo que se venden actualmente utilizan un electrolito en pasta, que no se evapora y hace mucho más segura y cómoda su utilización.

El mantenimiento y las condiciones medioambientales pueden incrementar o disminuir los riesgos de fallo en baterías.