Actualmente, el lugar está abandonado, aunque el ayuntamiento local ha mostrado interés en su rehabilitación.
Junto a esta batería, se construyó un grupo de líneas defensivas hermanas con el objetivo de evitar cualquier invasión a la capital, estas estaban ubicadas en la Isleta, San Juan y Gando, cubriendo así el área desde la ciudad capitalina hasta el aeropuerto de Gran Canaria.
La máxima actividad de esta fortaleza tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial.
Alemania no llegó a desarrollar los planes de conquista dada la colaboración del franquismo.
Muchos ciudadanos la visitan regularmente con fines recreativos, o para ayudar al mantenimiento del lugar.