La casa fotográfica obtuvo salvoconductos y permisos para que sus enviados fueran transportados al frente junto con las tropas aliadas.Funcionaba como cuarto oscuro una carpa, bajo un clima cálido y húmedo, las placas de vidrio eran sensibilizadas con colodión unos momentos antes de la exposición y debían ser reveladas inmediatamente después, antes que secase la emulsión.La autonomía del fotógrafo estaba limitada a un espacio próximo donde se instalaba la carpa-laboratorio.Se estima que la cantidad total de fotografías tomadas no fue numerosa.Los registros carecen de condicionamiento alguno, la posible simpatía del o los autores hacia los ejércitos aliados no trasciende a las imágenes, que llegan a convertirse en un cruel testimonio de los hechos.