Batalla del monte Longdon

El 3.º Batallón Paracaidista llevó a cabo una desesperada marcha a través de las colinas al norte del Monte Simón para tomar la pieza clave del terreno alto que dominaba Estancia House, apodado Granja Estancia.

Las condiciones meteorológicas fueron atroces, para los paracaidistas que debieron marchar hacia el objetivo a través de empinadas colinas resbaladizas.

Desde allí envió sus patrullas especializadas de la Compañía D para explorar las posiciones argentinas en Longdon.

La patrulla de comandos al mando del capitán Rubén Teófilo Figueroa demostraron ser bastante agresivos y antes del amanecer habían obligado a los 30 paras retirarse, teniendo que dejar atrás gran parte de su equipo en manos argentinas.

Squire logró eyectarse y su cazabombardero hizo un aterrizaje forzoso en San Carlos dañándose sin reparación posible.

[20]​ Los tres objetivos principales —Fly Half, Full Back y Wing Forward— fueron nombrados como las posiciones empleadas en el juego de rugby.

Miguel Ángel Arrascaeta fue herido por el fuego de ablandamiento británico en la primera semana de junio y evacuado, pero creyendo que sus amigos en su 1.º Pelotón todavía lo necesitaban el conscripto hospitalizado regresó a Longdon donde perdió la vida combatiendo en la batalla.

De lo contrario la batalla final por Puerto Argentino habría sido una historia totalmente diferente, concluye el suboficial británico.

[25]​ La fuerza argentina estaba posicionada en la cima del monte con cuatro puntos dispuestos para atacar a los 360° con énfasis al oeste.

[29]​ A fines de 1981, la X Brigada llevó a cabo operaciones de combate simuladas en conjunto con la Fuerza Aérea Argentina en presencia del comandante en jefe del Ejército Argentino teniente general Roberto Eduardo Viola.

[37]​ El cabo Stewart McLaughlin estuvo presente toda la acción, eliminando una ametralladora MAG de 7,62 mm argentina.

[40]​ El comandante de la Brigada de Comandos 3, brigadier Julian Thompson, más tarde explicaría en un documental del History Channel que los cuadros argentinos (oficiales y suboficiales) en general combatían y caían muertos o heridos junto a sus conscriptos en las batallas terrestres: Justo cuando parecía que los paracaidistas sobrepasarían el 2.º Pelotón del sargento primero Raúl Roberto González en el vertiente sur de la montaña y el 3.º Pelotón del teniente Enrique Eneas Neirotti en el vertiente norte, refuerzos del 1.er Pelotón del teniente Hugo Quiroga de la 10.ª Compañía de Ingenieros en Fullback llegaron para ayudar a Neirotti y González.

El teniente primero Neirotti abandonó su posición para tener un mejor alcance de fuego y fue herido en una pierna.

A pesar de estas pérdidas el sargento McKay, con total desprecio por su propia vida, por lo que ganaría póstumamente la Victoria Cruz, siguió corriendo hacia la posición enemiga solo.

[56]​ El año siguiente, Rondi fue condecorado con la medalla La Nación Argentina al Valor en Combate por ofrecerse voluntariamente como mensajero a pie, tras la muerte del operador de radio del pelotón de Castañeda que había sido alcanzado por un francotirador británico.

Mientras estaba despejando la posición argentina, el soldado Gray fue herido por un disparo en la cabeza, pero se negó a ser evacuado hasta que el mayor Argue hubiera consolidado sus tropas adecuadamente en sus posiciones en Fly Half.

Mientras que la Compañía A estaba eliminando las últimas posiciones defensivas, el cabo McLaughlin fue seriamente herido por una ronda de cañón sin retroceso Czekalski disparado por dos suboficiales —los cabos Julio César Canteros y Jorge Norberto González de la Sección de Exploración del subteniente Francisco Ramón Galíndez Matienzo— desde posiciones adelantados del punto fuerte Rough Diamond en Wireless Ridge.

Algún tiempo después de esto, ambos suboficiales abren fuego éxitosamente nuevamente, matando al cabo Scott Wilson.

[59]​ En algún momento antes del amanecer, el avance británico es nuevamente detenido por un largo tiempo y el jefe del 3er Batallón de Paracaidistas pensó que los refuerzos de la Compañía A podrían verse obligados a retirarse con la noche prácticamente acabando.

También existe la versión del cabo Elías Infante y otros exmilitares que el mayor Carrizo Salvadores huyo tempranamente de la batalla.

[85]​ En 2017, el excabo Vicent Bramley admitió haber robado cartas de los argentinos caídos en Longdon.

Baldini recibió muchas críticas por parte del exsoldado conscripto Alberto Carbone en el libro Los Dos Lados Del Infierno (Planeta, 1994) por haberle acusado de desertor y aplicarle el castigo de campo en Longdon.

El periodista argentino Rodolfo Barili también ha reportado las duras críticas del exsoldado conscripto Luis Aparicio en el documental Malvinas, Herida Abierta, al ser descubierto huesos de cordero dentro la cueva de Baldini.

Sin embargo, se ha establecido hace varios años ya, que Baldini había ordenado a un grupo selecto de conscriptos salir a cazar ovejas para que sus hombres se pudieran alimentaran mejor.

[92]​ Baldini habia sido sorprendido previo a la batalla por un subordinado, a quien le ordeno callar lo que veía, se encontraba con sus pies descubiertos al sol, tratando de secar sus medias y airear sus pies que ya comenzaban a necrosarse por el "pie de trinchera" Sobre el entrenamiento recibido, el soldado conscripto Jorge Alberto Altieri,[c]​ en una entrevista después de la guerra describió su entrenamiento tipo comando en la Compañía B.

[101]​ Otros investigadores sostienen que los oficiales y suboficiales hicieron cuanto les fue posible, dadas las circunstancias, por lograr buenas condiciones generales para los soldados, se esforzaron por levantar la moral de los conscriptos y fueron buenos combatientes.

[56]​[102]​ En una entrevista José Luis Aparicio, excombatiente de Malvinas,[i]​ recordó su experiencia en cuando antes del desembarco británico, Baldini pudo sacar sus a hombres de sus trincheras en dos oportunidades y llevarlos a la capital malvinense para que pudieran bañarse y dormir bajo techo.

[110]​ Algunos medios señalaron la falsedad de las acusaciones, argumentando que mediante datos manipulados o tergiversados se armaron causas si evidencias firmes destinadas a acusar a los oficiales y suboficiales argentinos y obtener resarcimientos económicos.

Será Justicia En 2019, el controvertido autor británico Ricky D Phillips[113]​[114]​ mintió abiertamente en Quora (sitio de internet para "compartir conocimiento") al afirmar a su grande y leal audiencia que los defensores argentinos no solamente habían empleado mercenarios estadounidenses para defender monte Longdon, sino que también habían levantado banderas blancas durante la batalla para solo abrir fuego una vez que los paracaidistas británicos abandonaban cubierta para poder tomar prisioneros a los defensores.

[115]​ También haría la afirmación ridícula que unos 120 mercenarios estadounidenses habían combatido contra los británicos en la Batalla del monte Tumbledown.