Keller, un leal amigo del General Alexei Kuropatkin y estudiante del General Mijaíl Skobelev, observó que la estrategia japonesa era similar a la de la primera guerra chino-japonesa (ya que los tres ejércitos japoneses querían converger en Haicheng, como habían hecho diez años antes).
Esta fuerza estaba apoyada por ametralladoras Maxim y artillería de montaña.
Otro grupo, calzados con sandalias de paja japonesas para enmascarar sus movimientos, se movió alrededor del flanco izquierdo ruso, sin ser detectado.
Este ataque decayó hacia las 7 horas, dado el fuerte fuego de artillería recibido desde las posiciones rusas; sin embargo, hacia las 8 horas, los rusos se encontraron rodeados por los ataques de flanco japoneses.
Las bajas, por las dos partes, fueron relativamente ligeras, y posteriores comentarios especularon sobre si el General Keller (por otra parte, conocido como competente) abandonó un lugar estratégico y fácilmente defendible habiendo ofrecido muy poca resistencia.