Batalla de Sandepu

Tras la batalla del río Sha-ho, las fuerzas rusas y japonesas, estaban posicionadas, unas frente a otras, al sur de Mukden, mientras el helado invierno manchú empezaba.

La cadena de mando japonesa perdió coherencia y, algunas fuerzas, cayeron en el caos, aunque unidades individuales opusieron una fiera resistencia.

Las tropas rusas que avanzaban, con una moral muy alta porque estaban ganando, no debieron entender la razón de la orden.

Kuropatkin actuó con su usual precaución e indecisión, y ordenó a las fuerzas de Grippenberg que retrocedieran.

Los marxistas rusos usaron la controversia creada por Grippenberg en la prensa, y por la incompetencia de Kuropatkin, en batallas previas, para estimular mayor apoyo en su campaña contra el gobierno.