Batalla de Chemulpo

Bien es verdad que la guerra no había sido oficialmente declarada (no lo sería hasta el 10 de febrero) y, aunque este hecho no suponía trabas para los japoneses —que ese mismo día atacaron la base naval de Port Arthur— sí que entorpeció a los rusos, más formalistas.

Al día siguiente, el contralmirante japonés Uryu Sotokichi dirigió un ultimátum al capitán ruso Vsevolod Rudnev, comandante del Varyag, para conminarle al abandono del puerto, aunque se trataba de un puerto teóricamente neutral, so pena de destruir su pequeña flota.

Así pues, el Varyag aparejó, siendo seguido por el Korietz, para intentar ganar alta mar.

Alcanzado y con daños de consideración, el Varyag fue saboteado por su propia tripulación.

El Varyag fue más tarde reflotado por los japoneses, que lo pusieron en servicio en su propia Armada Imperial con el nombre de Soya, para venderlo, doce años después, a la propia Rusia, durante la Primera Guerra Mundial, en la que ambos países combatieron como aliados con las Potencias Aliadas.

Cañonero Koreets.
Recreación de la batalla
por parte de los estudios de Edison (1904).