[1] Los primeros choques favorecieron a los rusos; el 22 de agosto los japoneses se retiraron en desorden.
El general Alekséi Kuropatkin, general en jefe de los ejércitos rusos, creyó que la línea exterior de defensa rusa había sido batida y atravesada por unas fuerzas japonesas ahora en persecución.
[1] Los rusos podían haber embolsado al audaz pero temerario ejército enemigo, pero nuevamente dejaron pasar la oportunidad de tomar la iniciativa.
En la conquista de la ciudad los japoneses perdieron 23.000 soldados e infligieron a los rusos 16.000 bajas.
[3] Los reñidos combates, sin embargo, habían agotado a los soldados japoneses, que no pudieron impedir la rápida retirada del enemigo hacia Mukden.