Batalla del Yaxartes

[6]​[9]​[17]​ Cruzando el Helesponto en 334 a. C. Alejandro estaba decidido a convertirse en el nuevo monarca del Imperio aqueménida.

Si Alejandro lo hubiera podido capturar, habría sido extremadamente útil para asegurar la sumisión de la mayoría del imperio.

[12]​[22]​[23]​ Los escitas habían ocupado la orilla norte del Yaxartes, confiando en que podrían vencer a los hombres de Alejandro mientras desembarcaban, pero subestimaron las habilidades colaborativas de la artillería, flota, caballería e infantería macedonia.

Durante esta batalla, Alejandro mandó un destacamento de sus mejores hombres a retirarse sin ser vistos y luego cruzar el río en un punto lejano y fuera de los ojos de su enemigo al que atacarían después por la retaguardia; tras esto, Alejandro realizó un cruce del río con sus hombres restantes y sincronizo el cruce para que coincidiese con el ataque del grupo que cruzó lejos.

[11]​ Este ataque con catapultas sorprendió a los escitas que sufrieron muchas bajas en el mismo, incluyendo a uno de sus mejores y más populares guerreros que murió cuando un proyectil atravesó su escudo y su coraza, arrojándolo de su caballo.

En su sociedad, en la que las disputas de sangre eran comunes, ningún comandante habría sacrificado sus tropas para obtener una mejor posición para la fuerza principal.

[12]​ Por lo que sabían los macedonios y griegos, ningún comandante había podido detener y destruir a un ejército nómada además del padre de Alejandro, Filipo II, que había derrotado al rey escita Ateas en el 340 a. C..

Esto aumentó su moral y fue un golpe psicológico para los nómadas al norte del Yaxartes que pidieron una tregua, lo cual Alejandro aceptó.

Bosquejo de la batalla.
Soldado escita del este, en la tumba de Jerjes I .