Batalla del Bosque de Hürtgen

En una segunda fase los Aliados querían avanzar hasta el Rur como parte de la Operación Queen.

El mariscal Walter Model pretendía que el empuje aliado llegara a un punto muerto.

Aunque intervino menos en los movimientos de unidades diarios que en Arnhem, aun así se mantuvo plenamente informado sobre la situación, ralentizando el progreso aliado, infligiendo grandes bajas y aprovechándose plenamente las fortificaciones que los alemanes llamaban el Westwall, más conocida por los aliados como la línea Sigfrido.

Hürtgen fue tan costoso que se ha considerado una "derrota aliada de primera magnitud", reconociéndole un crédito específico a Model.

El siguiente objetivo estratégico aliado era llegar al río Rin y establecerse a lo largo de toda su longitud para prepararse para cruzarlo.

Los alemanes podrían liberar el agua retenida, inundando a las fuerzas aliadas que operaban corriente abajo.

Según veían los comandantes estadounidenses, Bradley, Hodges y Collins, la ruta directa hasta la presa era a través del bosque.

[10]​: 239 A los historiadores militares estas razones ya no los convencen al día de hoy.

Sin embargo ahora le esperaban los alemanes prevenidos, en un terreno que les daba ventaja y bien atrincherados en el sistema defensivo de la Línea Sigfrido.

También hubo numerosos búnkeres en la zona, pertenecientes en su mayoría a las profundas defensas del muro occidental, que también eran centros de resistencia.

Aparte del tiempo malo y muy frío, el denso bosque y el terreno accidentado impidió también a los aliados aprovecharse de su superioridad aérea, que tenía grandes dificultades a la hora de captar cualquier objetivo.

En el bosque, un grupo relativamente pequeño de defensores decididos y preparados podía ser muy efectivo.

Cuando las divisiones estadounidenses perdían hombres, se llevaba al frente como reemplazo a reclutas novatos.

Los alemanes se veían dificultados por las mismas dificultades, por supuesto; sus divisiones habían sufrido grandes pérdidas al retirarse de Francia y rápidamente estaban siendo rellenados por chicos sin preparación, hombres inadecuados para el servicio, y viejos.

La mayor parte de los suministros tenían que moverse a pulso hasta la línea del frente.

Las esperanzas estadounidenses de que estas tropas fueran débiles y preparadas para retirarse no fueron correspondidas por los acontecimientos.

El 39.º se vio detenido en el arroyo Weisser Weh; había problemas con senderos estrechos, los estallidos en los árboles y fuegos que quedaban bloqueados o enfilados.

Conforme las tropas estadounidenses intentaron retirarse cruzando el puente hacia Vossenack, grandes partes del valle de Kall ya estaban aislados por los alemanes.

[12]​ En Vossenack, el 2.º Batallón del 112.º se desintegró tras el constante bombardeo y huyó de un ataque alemán.

La segunda fase formó parte de la Operación Queen, el empuje aliado hacia el río Rur.

Los ataques del 8.º Regimiento de Infantería en el arroyo Rother Weh topó con una intensa resistencia y se vieron rechazados con graves pérdidas.

El Primer y el Noveno del Ejército de Estados Unidos — 57 039 bajas en batalla (muertos, heridos, capturados, desaparecidos en combate); 71 654 bajas ajenas a la batalla, p. e. accidentes, enfermedades como la neumonía, el pie de trinchera, la congelación, y el trauma.

Las fuerzas armadas alemanas presumiblemente tuvieron 12 000 muertos, 95 000 capturados (documentados), y un número desconocido de heridos.

La clave del avance germano fueron las Rollbahns en el norte que los llevaría directamente a Amberes.

El 6.º Ejército Panzer del oberstgruppenführer Sepp Dietrich había sido seleccionado para hacer el esfuerzo principal.

[2]​: 457, 419–420 El soldado Edward Donald Slovik, asignado a la 28.ª División, eligió una corte marcial antes que luchar en el bosque de Hürtgen.

Dos divisiones, la 4.ª y la 9.ª, estaban tan tremendamente maltratadas que se retiraron de la línea para recuperarse.

Ernest Hemingway, que estaba allí, describió la batalla como "Passchendaele con tres estallidos",[19]​ un epitafio apropiado.

Por ello, debido al alto costo y al tiempo que les tomó a los estadounidenses ocupar el bosque, la batalla de Hürtgen, que en buena cuenta fueron un gran número de pequeñas batallas, quedó oculta en la historia y ensombrecida por la posterior contraofensiva alemana en las Ardenas.

La discusión histórica gira en torno a si el plan de batalla estadounidense tenía algún sentido estratégico o táctico.

Mapa que muestra la zona de la batalla.
Vista hacia el oeste sobre el valle de Kall.
Soldado estadounidense muerto por la artillería alemana, siendo atendido por los sanitarios.
Una oruga de un vehículo blindado estadounidense que fue impactado e incendiado en el valle de Kall. La sección de la oruga se ha fundido con la carretera.
Una patrulla estadounidense en el bosque de Hürtgen.
Un obús de 150 mm alemán de infantería disparando en defensa de un ataque estadounidense el 22 de noviembre de 1944 en el bosque de Hürtgen.
Una semioruga estadounidense del 16.º Regimiento de Infantería de la 1.ª División de Estados Unidos en el bosque de Hürtgen, 15 de febrero de 1945.
Un memorial en Vossenack dedicado a la batalla por el bosque de Hürtgen.
La escultura sobre el puente de Kall.