La batalla de la Vía Flaminia fue un suceso bélico ocurrido en los primeros meses del año 409.
En el año 408 Alarico invadió Italia y para noviembre había conseguido poner a Roma bajo sitio.
[4] Sin embargo, el gobierno de Rávena se negó a cumplir esta última condición e intentó organizar alguna respuesta militar aunque sin debilitar el escaso ejército italiano que necesitaba para protegerse del usurpador Constantino de Britania.
[3] Probablemente tomó la Vía Flaminia al igual que habían hecho los visigodos el año anterior.
Desde entonces, evitaron usar sus tropas para enfrentamientos en campo abierto contra ellos y se limitaron a defenderse en ciudades amuralladas.