El ejército defensor del Conde de Argyll era considerablemente superado en número por los jacobitas del norte (aunque esta vez eran un poco menos que en sus ataques anteriores), y el ala izquierda, al mando del general Whetham, era mucho más débil que el flanco derecho de la oposición jacobita.
Sin embargo, en términos estratégicos John Campbell había detenido el avance jacobita.
Por otro lado, el Conde de Argyll, con más refuerzos y una vez recuperado, avanzó rápidamente hacia el norte, haciendo que los soldados jacobitas se replegaran hasta Montrose (en Angus), motivo por el cual “El viejo Pretendiente” debió regresar a Francia.
Finalmente, las fuerzas militares del norte huyeron a Ruthven y se dispersaron.
Asimismo hay varias canciones y relatos posteriores que describen la batalla como una noble victoria de los jacobitas.
Burns escribió dicha canción cuando realizaba un viaje por las Tierras Altas Escocesas (Highlands) en 1787 y fue la primera canción publicada por el Museo de Música de Escocia (The Scots Musical Museum), registrada en el vol.
El otro pastor está convencido de que los jacobitas “hicieron retroceder a los hombres de a caballo hasta Forth, y como resultado “cazaron a los de las escarapelas rojas y negras con tanto miedo que temían que los hicieran viruta”[3]