En 1835 se emitió el decreto de Censo enfitéusico por el medio del cual la provincia expropió las tierras existentes sin dueños legales.
Saravia escapó a Bolivia y finalmente las tropas indígenas fueron derrotadas.
El resultado final fue: 194 Quechuas muertos, 231 prisioneros y 73 bajas en las tropas del gobernador.
Razón por la cual ya no existe los apellidos Gonza y Zurita en el Altiplano jujeño.
Saravia regresó en el año 1877 y se le nombró terrateniente de Santa Catalina en representación del Partido Conservador local.