Constantino adoptó una postura conciliadora y no persiguió a los partidarios de Majencio que pertenecían al Senado; los senadores, a su vez, le concedieron el «título del primer nombre» y erigieron el arco de triunfo que llevaría su nombre.
El arco de Constantino, levantado para celebrar esta victoria, la atribuye en sus relieves e inscripciones a la intervención divina.
En 306, el augusto de Occidente, Constancio Cloro (r. 293-306), falleció en Eboracum (en la actualidad, York) [1] y, en consecuencia, sus soldados elevaron al trono vacante a su hijo Constantino (r.
[2] El augusto de Oriente, Galerio (r. 293-311), sin embargo, concedió la púrpura imperial a Severo II (r. 305-307), ya que, según las prerrogativas del sistema tetrárquico vigente, al ser este el césar de Occidente, debía ser quien sucediese al augusto muerto.
[20][21] Su siguiente combate se libró en las inmediaciones de Brixia (actual Brescia), adonde el prefecto del pretorio Ruricio Pompeyano, que estaba estacionado en Verona, envió un ejército para intentar detenerlo.
[21] Sin embargo, Constantino consiguió derrotar rápidamente a estas fuerzas y prosiguió su campaña hasta la base veronesa de Majencio.
[13][22] Pompeyano se opuso al emperador invasor en dos enfrentamientos consecutivos en las afueras de la ciudad, pero terminó siendo asesinado y su ejército destruido.
[22] Verona se rindió poco después, seguida de Aquilea,[23][24][25] Mutina (actual Módena) y Ravena.
En el primero, en su Historia eclesiástica, afirma que Constantino recibió ayuda divina durante la lid, aunque no hace mención de la visión.
Según este relato, Constantino marchaba junto a sus hombres durante el mediodía —no se menciona la ubicación exacta, pero es seguro que fue antes de la batalla—[30] cuando levantó la vista y observó que, por encima del Sol, se alzaba una cruz luminosa con las palabras «Εν Τούτῳ Νίκα», cuya traducción al latín es in hoc signo vinces y al español es «con este signo, vencerás».
[34][35][36] Eusebio luego describe el signo como una Χ atravesada por una Ρ o ☧, que representa las dos primeras letras del alfabeto griego de la palabra Cristo (Christos).
[37][40][41][42] En 315, se acuñó un medallón en Tesino que mostraba a Constantino con un yelmo adornado con el crismón[28] y en 317/318 en Sisak monedas con la misma imagen.
[61] Constantino entró en Roma el 29 de octubre;[52][62][63] la ciudad le recibió con un gran adventus y alborozo.
Majencio fue condenado a la damnatio memoriae; toda su legislación fue abrogada y sus considerables proyectos arquitectónicos usurpados por Constantino, incluidos el templo de Rómulo —que iba dedicado al hijo del difunto, Valerio Rómulo— y la basílica de Majencio.
[75] Todavía hay una inscripción, exhibida en los lados norte y sur, en la que la victoria está asociada con la intervención divina:[76]