Batalla de Mai Ceu

Sin embargo, la falta de armas no pudo contra la artillería y las ametralladoras italianas, que diezmaron a los atacantes.

El emperador etíope Haile Selassie advirtió que tras la batalla de Tembién era necesario un contraataque inmediato.

Aun así, el mando militar etíope conocía bien que era arriesgado lanzar un ataque directo contra las fuerzas italianas mucho mejor armadas.

Conforme a la tradición etíope (y tal como lo esperaban sus generales), el emperador Haile Selassie comandaba personalmente las tropas.

Esta batalla había eliminado el último gran ejército etíope que podía oponer resistencia eficaz a los invasores, y tras ello el avance italiano resultaba prácticamente imposible de detener.