La segunda etapa consistía en completar el cerco instalando dos frentes paralelos («anillos»): uno interior, orientado hacia las unidades alemanas atrapadas; y otro exterior, defensivo, para repeler los intentos de rescate.
Sin embargo, hacia el 7 de febrero ya era claro que la operación alemana se había estancado.
[9] Del otro lado, la historiografía germana prefiere tradicionalmente asociar el conflicto al nombre de la región en la que se desarrollaron los combates y a su capital homónima, Cherkasy.
[47] En la guerra industrial que libraban ambas potencias, el Ejército Rojo tenía, al igual que la Wehrmacht, problemas para proveer al frente de vehículos medios y pesados, sobre todo remolques, pero la Ley de Préstamo y Arriendo estadounidense paliaría en parte esta situación.
Sin embargo, una elevada concentración de unidades se había quedado atrás defendiendo posiciones junto a la margen occidental del gran río en Kániv.
Su sector se extendía más de cien kilómetros al noroeste a lo largo del Dniéper, lindando por su flanco izquierdo con el XLII Cuerpo en Kániv.
A estas alturas de la ofensiva del Dniéper-Cárpatos, el sistema logístico alemán se hallaba en una situación extremadamente precaria.
Incluso las unidades del exterior de la bolsa sufrían carencias básicas como el jabón, lo que repercutió negativamente en la higiene y, consecuentemente, en la salud debido a las infestaciones por parásitos.
Sin embargo, estas unidades estaban sobrecargadas porque debían proporcionar apoyo aéreo a todo el Grupo de Ejércitos Sur.
Aunque relativamente limitada, la operación se cobró, según el mariscal berlinés, 701 vehículos blindados, entre tanques y cañones de asalto.
Si bien durante dos días ordenó bombardear las supuestas áreas amenazantes,[71] ya el 21 advirtió las verdaderas intenciones del enemigo.
Entre otros movimientos, Stemmermann ordenó al mayor Hans Köller que trasladara a la zona su Kampfgruppe (‘grupo de combate’) blindado.
También solicitó que la 14.ª División de Infantería, nominalmente adscrita al XLVII Cuerpo, fuera puesta bajo su mando directo.
En la mañana del viernes 28, a la vez que repelían ataques de tanques enemigos, entablaron duros combates en esta localidad y en Tishkivka.
Los recelos se acrecentaron cuando los observadores advirtieron una frenética actividad de los ivanes sobre los terrenos del área recién ocupada.
[101] Al final del día siguiente, las formaciones de Vatutin habían ganado por la parte oeste del perímetro una franja vertical que, aunque poco profunda, tenía 55 kilómetros de longitud: abarcaba desde Chervona Zirka hasta Medvin e incluía objetivos tácticamente relevantes como Vinogrado y Boiarka.
[104] Además, quedaron cortadas las comunicaciones terrestres por Shpola y Zvenigorodka, por lo que desde entonces los suministros para los cercados solo podían transportarse por vía aérea.
[117] Para el GröFaZ, las banderas en un mapa indicaban fuerzas y capacidades reales, y nadie se atrevía a revelarle que muchas de las unidades representadas ya no eran sino remanentes: ni los Estados Mayores del OKH, a cargo de las operaciones en el Frente Oriental; ni del OKW, el ministerio alemán de Defensa; ni, desde luego, Wilhelm Keitel o Alfred Jodl.
16] Debido a las deficientes vías férreas, los hombres del general Maximilian von Edelsheim tuvieron que transportar todos sus recursos por carretera.
[131] Saveliev pidió ser recibido por los máximos jefes de las fuerzas alemanas atrapadas, Wilhelm Stemmermann y Theobald Lieb.
Fue en este escenario donde se librarían algunos los combates más despiadados de toda la batalla, razón por la que la historiografía occidental la bautizó como Höllentor («Puerta del Infierno»).
Estaba prohibido encender fuego, fumar, hablar o causar cualquier ruido innecesario cerca de la línea del frente.
[150] A la hora establecida, las 23:00, al amparo de la noche, los hombres del primer escalón se lanzaron a toda velocidad blandiendo poco más que sus pistolas ametralladoras, rifles y bayonetas y, tras romper las desprevenidas defensas soviéticas, aún en su guardia nocturna, se dirigieron hacia el suroeste.
Al alto mando del Ejército Rojo el contrataque le había pillado a contrapié: la etapa final prevista de la operación Korsun-Shevchenkivski, la liquidación definitiva del Grupo Stemmermann, se había quedado estancada en un proceso de transición previa a la ofensiva final.
Esta se había ido demorando, en buena parte, por los desencuentros al más alto nivel político y militar durante las dos semanas anteriores.
[151] La aviación táctica soviética reaccionó y se aplicó a iluminar el campo de batalla con bombas incendiarias.
[143] Sobre el terreno, las riadas humanas alemanas iban abandonando la carretera para recorrer campo a través los pocos kilómetros que las separaban del pie de la colina.
Los zapadores alemanes disponibles tuvieron que improvisar a la desesperada pasarelas con vehículos y troncos para alcanzar la otra orilla.
[161] A la contienda bélica le sucedió una batalla propagandística en la que ambos bandos se empeñaron con ahínco para atribuirse la victoria.
En el exterior del palacio se exhiben vehículos y piezas de artillería usados durante la contienda.