En Jilib, los islamistas usaron excavadoras para preparar trincheras y posiciones defensivas.
Sharif Sheid Ahmed instó a los hombres de las UCI que combatieran, afirmando «Si los somalíes están preparados para resistir, nosotros estamos preparados para esto y hemos decidido combatir al enemigo».
[2] Los Mikoyan, tanques, artillería y morteros atacaron las posiciones de los islamistas en el asalto.
Los residentes informaron que las Cortes Islámicas habían esparcido minas accionadas por control remoto en el camino a Jilib.
El ministro somalí pidió ayuda internacional para vigilar la costa somalí e impedir que pudieran entrar o salir del país combatientes islamistas gracias al poco calado de los dhows.
Las milicias locales patrullaron las calles y tomaron como botín las antiguas posesiones de la UCI.
[11][12] Como resultado, el Gobierno Transicional pidió a Kenia que cerrara su frontera con Somalia.
Los ataques fueron presuntamente para golpear a fuerzas de la UCI que intentaban cruzar la frontera.