Luke había sido herido con anterioridad en Hoth, y tras sacar la información que necesitaba a un oficial imperial acerca del planeta y matarlo, conocía lo suficientemente bien el planeta como para situar ahí la base.
Había localizado un generador de escudo que Darth Vader identificó como rebelde, aunque el almirante Ozzel no opinaba igual.
Lord Vader, con previo acuerdo entre sus altos oficiales (como el capitán Lorth Needa, el gran general Malcor Brashin, el almirante Firmus Piett o el general Maximilian Veers) había planeado un bombardeo orbital para destruir toda nave y defensa que tuvieran allí los rebeldes, seguido por un rastreo efectuado por su comandante personal y por Veers.
Sin embargo, el almirante Ozzel tenía su propio plan, y salió de la hipervelocidad cerca del sistema para efectuar un bombardeo en masa.
El escudo que protegía la Base Eco se activó, evitando cualquier tipo de bombardeo.
Esto eliminaría las defensas y permitiría al Imperio realizar su bombardeo orbital.
Algunos andadores se desviaron del camino marcado por Veers, intentando encontrar una mejor ruta para impresionar a Lord Vader.
Los AT-AT proporcionaban cobertura a los andadores menores, recibiendo casi todos los golpes de las potentes torretas rebeldes, pero la pesada armadura de los AT-AT era demasiado fuerte para los Rebeldes.
Tan solo el Escuadrón Pícaro tuvo éxito distrayendo el ataque, usando los cables de remolque del Snowspeeder, táctica creada por Luke Skywalker y el inventivo Beryl Chiffonage.
Los rebeldes intentaron una última defensa desesperada, pero era imposible debido a los nuevos apoyos que el Imperio iba recibiendo.
Han Solo, llevándose a la princesa Leia Organa, escapó de la base en el Halcón Milenario.
Cuando el destructor estelar abrió fuego, derribó el transporte rebelde y todos los soldados de infantería que aún no se habían montado porque se enfrentaban en vano a la 501 murieron.
Su Carguero Corelliano YT-2400, el Jinete del Espacio (Outrider), estaba en el otro lado de la base.