[2] El 8 de septiembre, las fuerzas egipcias entraron en Damasco, que las recibió con alborozo.
[6][5] Tras la retirada del grueso del ejército a Egipto y el asesinato del sultán Qutuz el 23 de octubre, esta última ciudad quedó en manos de uno de sus mamelucos, Aqush al-Burli, que se negó a entregarla al nuevo sultán, Baibars.
[11] Debido a la guerra civil que se libraba en el Imperio mongol y que enfrentó a Hulagu con su primo Berke de la Horda de Oro, aquel solo pudo enviar seis[11] mil soldados a recuperar sus anteriores conquistas.
[12] Su general Baidu recobró brevemente Alepo, pero cuando llegó a Homs fue derrotado.
[12] De este modo, a la larga ninguna de las varias expediciones mongolas a Siria lograron asegurar cualquier conquista que hicieran.