En términos numéricos, y por el número de hombres que participaron en esta batalla, se convirtió en la mayor de cuantas tuvieron lugar durante las Guerras Revolucionarias Francesas, y posiblemente en la historia de Europa hasta las batallas de Wagram (1809), Borodinó (1812) y Leipzig (1813).
La batalla comenzó con una emboscada en una carretera que atraviesa un bosque.
Los franceses tuvieron 6.000 muertos y heridos, mientras que los austriacos sufrieron 8.000 bajas, 12.000 prisioneros y la pérdida de 200 cañones.
Con esta decisiva victoria, junto con la victoria del primer cónsul Napoleón en la batalla de Marengo, terminaron las guerras de la Segunda Coalición.
El consiguiente Tratado de Amiens entre Francia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda iniciaba el mayor periodo de paz durante todo el periodo napoleónico.