Los británicos consiguieron el mayor avance que se había realizado hasta ese momento en la guerra de trincheras.[3] El objetivo fijado de esta operación combinada era terminar la guerra en cuarenta y ocho horas.[4] En Arras, los objetivos inmediatos del Imperio británico eran más modestos: (1) atraer a las tropas alemanas desde territorio elegido para el ataque francés y (2) capturar el terreno elevado, ocupado por los alemanes, que dominaba la llanura de Douai.Sólo en el sur, donde las fuerzas británicas y australianas fueron frenadas por una defensa elástica, se consiguieron pocos avances.Tras estos éxitos iniciales, las fuerzas británicas entablaron una serie de operaciones a pequeña escala para consolidar las posiciones recién ganadas.[3] Se probaron en batalla varias tácticas experimentales —por ejemplo, la barrera de artillería rodante, la espoleta accionada por desaceleración, y el fuego de contrabatería—, especialmente en la primera fase, y habían demostrado que los asaltos planificados contra posiciones muy fortificadas podían tener éxito.Este sector volvió al punto muerto que tipificó la mayor parte de la guerra en el frente occidental.[2] El año anterior había estado marcado por el costoso fracaso de la ofensiva británica a lo largo del río Somme, mientras que los franceses habían sido incapaces de tomar la iniciativa debido a la intensa presión alemana en Verdún.[2] Ambas confrontaciones consumieron enormes cantidades de recursos mientras que no reportaron virtualmente ningún logro estratégico.[2] Este impasse reforzó la creencia de los comandantes franceses y británicos en que para terminar con el punto muerto necesitaban un gran paso decisivo.[5] En Francia, el premier Aristide Briand, con el temible general (más tarde mariscal) Louis Hubert Lyautey como Ministro de Defensa, estaban políticamente tocados y dimitirían al poco tiempo, en marzo de 1917.[6] Mientras, al otro lado del Atlántico, Estados Unidos estaba cerca de declararle la guerra a Alemania.[7] Aunque los franceses y británicos pretendían lanzar un ataque en la primavera de 1917, dos eventos pusieron en riesgo el plan.El gobierno francés existente necesitaba desesperadamente una victoria para evitar una agitación civil masiva en casa, pero los británicos recelaban de proceder en vista de los cambios tan rápidos que se estaban produciendo en la situación táctica.Aunque estas batallas resultaron extremadamente costosas para las potencias aliadas, también debilitaron seriamente al ejército alemán.[12] Justo antes del asalto, el sistema de túneles era lo bastante grande como para albergar a 20.000 hombres, con luz eléctrica proporcionada por su propia central eléctrica, además de cocinas, letrinas y un centro médico con un quirófano completamente operativo.Mientras tanto, los zapadores alemanes (ingenieros militares) llevaban a cabo sus propias operaciones subterráneas, buscando túneles aliados para contraatacar.[16] Para mantener bajo mínimos la actividad del enemigo durante el ataque, se planeó una "barrera rodante".[21] A estas miserias se sumaron, durante las últimas diez horas del bombardeo, proyectiles de gas.El ataque fue precedido por un huracán de bombardeo extremadamente intenso que duró cinco minutos, tras una noche relativamente silenciosa.Al mismo tiempo aproximadamente, en la parte de la ofensiva preparada con más meticulosidad, las tropas canadienses lanzaron su asalto sobre Vimy Ridge.Más tarde escribió: "Esperaba la ofensiva que se preparaba con confianza y ahora estaba muy deprimido".(Un tribunal posterior establecería que, ciertamente, Falkenhausen no había comprendido los principios de la defensa en profundidad.La 51 División atacó por el norte bajo fuego nutrido y gases en los alrededores al oeste del bosque de Roeux.A la izquierda del ataque británico principal, la 63 División hizo un rápido progreso hacia Gravelle y aseguró el pueblo.[31] En este sector, los comandantes alemanes emplearon correctamente la defensa elástica y pudieron por tanto contraatacar de forma efectiva.[38] Al comprobar que la 1.ª División australiana sostenía un frente de 12 km, el comandante local alemán (General Otto von Moser, jefe del XIV Cuerpo de Reserva) planeó un ataque para destruir posiciones avanzados, suministros y artillería y luego retirarse tras la Línea Hindenburg.Al informar a sus superiores le fue asignada una división adicional para fortalecer el ataque.La artillería comenzó un fuego intenso del pueblo, que para el 20 de abril estaba prácticamente destruido.En el lado alemán, Ludendorff destituyó a Falkenhausen cuando los errores del 6.º Ejército se hicieron evidentes.
Ametralladoras británicas disparan contra aviones alemanes cerca de Arrás.
La población de Vimy y la llanura de Douai vistas desde Vimy Ridge
Tropas británicas en la carretera del
río Scarpe
en Blangy, April 1917
Infantería británica en una posición abierta en las proximidades de Feuchy en abril 197
Tanque británico capturado el 11 de abril cerca de Bullecourt.