Tenían una gran difusión a nivel geográfico, como lo demuestra el hecho de que se hayan encontrado fósiles en lugares tan variados como Alabama,[2] Luisiana,[3] Egipto[4] y Pakistán.
Por ejemplo, a diferencia de las ballenas actuales, el basilosaurio tenía una mandíbula bien desarrollada con cuarenta y cuatro dientes afilados.
Los del delante tenían forma de cono y estaban especializados para atrapar a las presas, mientras que los del detrás tenían forma triangular y estaban adaptados para desgarrar la carne, de manera parecida a los mesoniquios.
Gingerich, que había estado investigando el género Pakicetus en Pakistán, no podía volver debido a un conflicto bélico.
No obstante, Gingerich perseveró en sus excavaciones y acabó descubriendo algo sorprendente: que el basilosaurio tenía patas.
Gingerich ha sugerido que el movimiento horizontal del basilosaurio también podría haber sido como el de las anguilas.
[1] Los ejemplares más grandes, sin embargo, podrían haber llegado a medir hasta veinticuatro metros de longitud.
[9] Como las ballenas actuales, respiraba aire y tenía que salir periódicamente a la superficie para cogerlo.
También gracias al registro fósil se sabe que estos animales del Eoceno tenían una amplia difusión geográfica.
Este proceso continuó durante el Cuaternario hasta que el océano de Tetis quedó casi totalmente cerrado.
Los manglares tienen una enorme diversidad biológica debido a su alta productividad, y allí se encuentran numerosas especies de muchos tipos.
Cuando el paleontólogo inglés Richard Owen estudió la columna vertebral, los fragmentos de la mandíbula, las patas y las costillas, proclamó que pertenecían a un mamífero.
[15] Por esto, Basilosaurus tiene un nombre científico que lo identifica como reptil a pesar de ser un mamífero.
En 1845, Albert Koch oyó historias de hueso gigantes en Alabama, y se presentó allí para reunir un esqueleto completo.
Otra especie, Basiloterus hussaini, era su pariente más próximo conocido, pero no era ni mucho menos tan alargado.
[17] Se ha encontrado una gran cantidad de fósiles en Wadi Al-Hitan, Egipto, en sedimentos del Bartoniense.
La especie está dedicada a Isis, diosa de la maternidad y la fertilidad en la mitología egipcia.
Hasta finales de los años ochenta, se ignoraba que los animales del género Basilosaurus tuvieran patas posteriores, a pesar del gran número de fósiles que se habían encontrado.
El episodio narra el ciclo desde que la hembra queda embarazada hasta al poco del nacimiento de su cría.
Mientras tanto, un gran episodio de cambio climático está empezando a desequilibrar los ecosistemas del mundo.
El problema es que, como su cuerpo ha agotado las reservas de grasa, si no se alimenta pronto, abortará.
Afortunadamente para ella, encuentra una laguna donde las hembras de Dorudon se están preparando para dar a luz.
[20] El basilosaurio también ha aparecido en Sea Monsters, un documental de la BBC parecido a Walking with Beasts.
Aparece en el segundo programa, Into the Jaws of Death, y es considerado como el cuarto animal marino más peligroso de todos los tiempos.