Estudió Teología en Daroca y Zaragoza en 1743, siendo ordenado sacerdote.
En 1765, Carlos III lo propuso para la mitra de Manila, siendo nombrado al año siguiente por el Papa Clemente XIII.
Al poco de llegar a Manila y al intentar recorrer la diócesis como era costumbre, los jesuitas en particular y el clero en general se opusieron.
Eso acrecentó aún más sus convicciones frente a los jesuitas.
El 1 de agosto partían los primeros 64 jesuitas expulsados que, sin embargo, se vieron forzados al regreso por una tormenta en el mar.