Basílica eufrasiana

[1]​ El edificio actual sustituye a un primer oratorio cuyos orígenes se remontan al siglo IV.

Los peces —uno de los primeros símbolos cristianos, muy anteriores a la cruz— que adornan los mosaicos datan de ese período, estimación que corroboran las monedas acuñadas con el retrato del emperador Valente (364-378) encontradas durante las excavaciones arqueológicas.

El santuario alberga un tesoro que comprende objetos de la época paleocristiana, bizantina y medieval.

Una capilla votiva adyacente a la sacristía alberga las reliquias de San Maur (sv.

El rasgo más destacado de la basílica son sus mosaicos, que datan del siglo VI.

En las páginas del libro están escritas las palabras latinas «Ego sum Lux vera» (Yo soy la luz verdadera).

A ambos lados de Cristo se encuentran los doce apóstoles, cada uno llevando su propio emblema.

La bóveda del ábside está decorada con una representación de la Virgen María, sentada en su trono celestial y teniendo en sus brazos al Niño Jesús.

Entre estos dos grandes mosaicos hay otros menores con Cristo joven con halo, y dos mártires con su corona del martirio.

Entre las obras de arte que contiene la basílica es un políptico realizados por el pintor veneciano Antonio Vivarini.

Atrio, baptisterio y campanario del conjunto episcopal
El baldaquino