Barcos de Nemi

Por ello, las ciudades que estaban en el entorno del lago, como Genzano o Ariccia (Nemi, la ciudad que da nombre al lago en la actualidad, no existía en época romana), rendían culto a Diana Nemorensis, cuyo templo se ubicaba también cerca, rodeado por un bosque sagrado y dirigido por un sacerdote conocido como Rex Nemorensis.

Estrabón, en su Geografía, habla de una tradición bárbara importada por la que, quien quisiera acceder a ese cargo sacerdotal debía matar previamente al Rex Nemorensis titular, de ahí que este siempre fuera armado.

Y en verano también se producía un fenómeno muy característico que es observar la luna llena de manera muy clara en la plana superficie del agua, algo que también reconocieron después ilustres visitantes como Goethe o Lord Byron.

Este suceso daba nombre popular al lago como Speculum Dianae, es decir, Espejo de Diana, ya que se le asociaba con la Luna.

Marco Antonio y Cleopatra, Domiciano o Trajano tuvieron auténticos palacios flotantes.

Las dimensiones superaban a cualquier barco de madera conocido en Europa hasta el siglo XVIII.

La bibliografía del siglo XV indica que se hizo una tercera embarcación, aún no encontrada.

Tras su destrucción, los barcos de Nemi no volvieron a mencionarse en las fuentes clásicas.

Es en 1446 cuando el cardenal Próspero Colonna, propietario del territorio de Nemi y Genzano, quiso comprobar si era cierto.

Para ello contrató para la investigación al humanista e ingeniero León Battista Alberti, quien utilizó para explorar el fondo del lago barriles vacíos y buceadores profesionales de Génova especialistas en trabajos submarinos llamados marangoni.

Al sumergirse vieron un único barco romano enorme que pensaron sería obra de Tibero o Trajano.

Muchos hallazgos encontrados fueron adquiridos por el Museo Nacional Romano, pero otros terminaron en manos de coleccionistas privados.

Para ello, el senador y historiador Corrado Ricci fue nombrado presidente de una comisión de estudio que adoptó la propuesta del ingeniero militar Vittorio Malfatti realizada treinta años atrás.

Testimonios contradictorios y repetidamente alterados de testigos contemporáneos a veces sirvieron para encubrir su propia mala conducta.

Solo algunos objetos construidos en bronce, algunas maderas carbonizadas y algún material almacenado en Roma, sobrevivieron al incendio.

No hay documentación disponible sobre la forma, tamaño de los edificios y templos construidos en la cubierta.

La réplica de la primera nave, una vez reconstruida, ha permanecido amarrada en el lago frente al museo, donde antes estaban los restos del naufragio.

Panorámica del pequeño lago de Nemi.
Reconstrucción virtual propuesta de la prima nave , primer barco.
Foto del casco del barco más grande. En la foto aparecen los trabajos de restauración iniciados.
20 de octubre de 1928. En el centro, Benito Mussolini, apoyado y con sombrero, rodeado de otras personalidades, observa el sistema de drenaje suministrado por la empresa Costruzioni Meccaniche Riva, de Milán, para el vaciado del lago.
Adorno apotropaico, Gorgoneion , en forma de cabeza de Medusa. Originalmente estaba unida a la cabeza de una viga de madera. El objeto fue rescatado del lago Nemi en 1895 por Eliseo Borghi y está expuesta en el Palazzo Massimo de Roma.
Decoración en bronce de una de las vigas de un navío de Nemi, que representa una cabeza de león sujetando un anillo entre sus dientes.
Ancla de uno de los barcos en el museo de Nemi.