La ley establecía que algunas agencias locales del Banco Nacional de Crédito Agrícola se debían transformar en dependencias del nuevo banco.
Como se mencionó en la introducción, el financiamiento del banco provino de la suscripción de acciones: estas se presentarían en tres formatos.
Por último, las acciones de tipo “C”, con un monto similar al de las acciones tipo “B”, fueron adquiridas por las ya previamente establecidas sociedades locales de crédito ejidal.
[3] Se le dio especial importancia al desarrollo de ejidos colectivos en que las tierras eran cultivadas en común por sus dueños para aprovechar las economías de escala.
[4] Este proceso de reforma agraria puso las bases para la estabilidad política en las décadas siguientes.