Balada nº 2 (Liszt)

Todas estas obras destacan por la utilización de diferentes planos y un control similar del desarrollo de la idea musical que destierra todo virtuosismo superfluo que pudiera considerarse decorativo.

[2]​ La balada fue compuesta justamente después de la Sonata y en la misma tonalidad.

El manuscrito del propio Liszt que se conserva, el que regaló a su alumno Karl Klindworth, ejemplifica su inclinación a repensar constantemente sus textos musicales incluso hasta la etapa final de la publicación, donde el manuscrito y la primera edición difieren dramáticamente en ciertos pasajes.

[3]​ A pesar de que debería ser considerada música pura ya que Liszt no hizo referencia explícita a ideas extramusicales, ha sido bastante aceptada la idea de que esta balada podría haber sido inspirada por la balada gótica “Lenore” del poeta alemán Gottfried August Bürger.

[5]​ La discusión podría durar eternamente, puesto que a pesar de que es por todos conocida la pasión de Franz Liszt por la literatura y la mitología, no existe ningún documento que a día de hoy acredite una intención programática del compositor.