[1] La Bala Cohete, patentada en 1848 por Walter Hunt, consistía en una bala de plomo con una profunda oquedad en su base, que abarcaba la mayor parte del largo del cartucho.
Al rellenarla con pólvora y sellarla con una cubierta que tenía un pequeño agujero para su ignición, la Bala Cohete reemplazó al primigenio cartucho de papel con un durable embalaje capaz de ser alimentado desde un cargador.
La Bala Cohete fue empleada en armas de palanca alimentadas desde cargadores tubulares, permitiendo producir las primeras armas de repetición con un solo cañón.
A pesar de estas limitaciones, la Bala Cohete fue empleada en varios intentos por crear un arma de repetición que fuese un éxito comercial, culminando en la Volcanic Repeating Arms Company.
El cartucho Volcanic dio un paso adelante, al añadir un fulminante a la cubierta de la Bala Cohete y transformándola en un cartucho propiamente dicho.