Representa la ciudad de Edo —la actual Tokio—, y se centra especialmente en captar la belleza estructural del puente que cruza el río Onagi.
La estructura se sitúa sobre el río Onagi, y está tan curvada y por encima del agua para permitir el paso de los navíos mercantes que provenían de otras provincias.
[2] Este grabado se produjo en las últimas etapas del florecimiento de las ukiyo-e, cuando era común representar paisajes con colores detallados y escenas de viaje entrelazados a la vida cotidiana.
[2] El tema principal de la xilografía es el puente, representado en una vista frontal que busca retratar su monumentalidad.
Combina esta perspectiva con la composición típica nipona, al crear un espacio más abierto y menos profundo debido a que la recesión del espacio es menos extrema.