La política inglesa aún consistía en hacer que el gobierno local trabajara por sus intereses, mientras se mantenía nominalmente en manos del soberano musulmán, que fue siempre tratado con respeto como fuente teórica de la autoridad.
[3] Asistieron varios cipayos, de quienes se describió como que lo trataban "familiar o irrespetuosamente".
[4] Cuando los cipayos llegaron por primera vez a la corte de Bahadur Shah Zafar, este les preguntó por qué habían acudido a él, si no tenía medios para mantenerlos.
Sin embargo, se rindió a las demandas de los cipayos cuando se le dijo que, sin él, no podrían ganar contra la Compañía de las Indias Orientales.
[6] Una vez que se unió a ellos, Bahadur Shah II asumió todas las acciones de los amotinados.
El emperador nombró a su hijo mayor, Mirza Mughal, comandante en jefe de sus fuerzas.
Sin embargo, Mirza Mughal tenía poca experiencia militar y fue rechazado por los cipayos.
Bahadur Shah fue llevado al Havelí de su esposa, donde fue tratado con desconsideración por sus captores.
[9] Al principio se sugirió que el juicio se celebrara en Calcuta, el lugar donde los directores de la compañía de las Indias Orientales solían asistir a sus sesiones en relación con sus actividades comerciales.
Los cipayos aparentemente solían colocar su sello en sobres vacíos, cuyo contenido él desconocía por completo.
Bahadur Shah Zafar fue un notable poeta en urdu, escribiendo varios gazales en esta lengua.
La corte que mantuvo acogió a varios prolíficos escritores en urdu, entre ellos Mirza Ghalib, Daagh Dehlvi, Mumin y Zauq.