La animación estuvo a cargo de Preston Blair, Walt Clinton, Louie Schmitt y Grant Simmons.
Cuando aparece nuevamente el bulldog, el gato blanco toca el silbato y Blackie pasa frente al perro.
Tras recibir golpes de maceteros, pianos, baúles, e incluso caballos, el bulldog le quita el silbato al gato blanco.
Cuando Blackie es finalmente capturado, el pequeño gato se pinta de negro y pasa frente al perro.
De la misma manera en que la pintura afectó a Blackie, el pequeño gato ahora generaba mala suerte.