Fueron construidos en el siglo XI, en 1002, aprovechando los restos de una casa o baño romano con pórtico.
Cuatro años más tarde el equipo arqueológico de Manuel Gómez-Moreno propuso que el edificio se declarase Monumento Nacional, hecho que se produjo en 1931, adjudicándose con el número de Registro General 528.
Estas obras se vieron interrumpidas por el comienzo de la Guerra civil española.
La sala está cubierta por bóveda de medio cañón y cuenta con 18 luceras estrelladas.
La cúpula no descansa sobre muros macizos sino sobre arcos de herradura soportados por ocho columnas.
Esta gran sala da paso, mediante dos arcos de herradura, a otra sala de 11,30m x 2,80 m que preside todo el conjunto y que está cubierta mediante bóveda de medio cañón; teniendo, sendas alcobas en los extremos cubiertas con cúpulas con luceras.
En el centro de la sala, un gran arco abocinado la separa del lugar donde estaba la caldera.