Báguano no estuvo ajeno a la Guerra del 95, en esta contienda se produjo una reunión en Bijarú, con Antonio Maceo al mando.Su red hidrográfica consta del río Tacajó, y cuenta con una presa con el mismo nombre que abastece a un gran por ciento de la población.En este año (2008) precisamente en septiembre el huracán Ike devastó esta zona principalmente de Tacajó.La cultura baguanense es muy rica, al igual que la de toda Cuba por una gran mezcla europeoafricana, se practican varias religiones primando el catolicismo, aunque existen otras de origen africano.Al triunfar la Revolución pasó a desarrollarse en ella las funciones del Sectorial de Cultura.Cuenta con 4 técnicos o instructores en las diferentes especialidades: Danza, Música, Teatro y Artes Plásticas.Se poseen 20 espacios fijos o programas culturales que le dan solidez al Macroproyecto Comunitario Funcionan en los 4 Consejos Populares acciones culturales con adecuado balance insertadas en actividades desarrolladas por esta Casa de Cultura en su programa "Por mi barrio" y "El consejo en la casa".La Caguama es una pieza zoomorfa superestructural, encontrada en el sitio arqueológico de Alcalá, Báguanos.Dícese haber sido encontrada en el año 1945 por el arqueólogo estadounidense Mark Raymond Harrington, sin embargo ya en 1921 el propio Harrington menciona en su libro "Cuba Before Columbus" que esta pertenecía a la colección privada del profesor holguinero Eduardo García Feria, fundador del primer museo en la provincia.Fue aprobado como ídolo del municipio para ser obsequiada a personalidades en 1987 por la Asamblea del Poder Popular y firmada en Resolución por el entonces presidente de gobierno Víctor Silva Santiesteban, tras ser propuesta por los arqueólogos Dr.Entre las personalidades que han recibido esta distinción se encuentran Silvio Rodríguez, Juan M. Guarch del Monte, entre otros.Él también acopió información sobre su padre y había escrito «un novelón», que envió a un concurso sin resultado positivo alguno.Hasta donde sé, y por las fotocopias de sus materiales, lamentablemente incompletas, que me remitió Lemus Nicolau, el periodista Quintana Bermúdez no escribió una biografía.Pero en las crónicas que dedicó al personaje mucho se atisba acerca de su vida y «hazañas».De niño sufrió en carne propia los rigores de la Reconcentración ordenada por el sanguinario Valeriano Weyler y nunca pudo asistir a escuela alguna; pero cuando supo hacerlo leyó todo lo que cayó en sus manos, sobre todo en las cárceles que le tocó conocer.Trabajó la tierra sin éxito y era todavía muy joven cuando, en la ciudad de Guantánamo, se inició en la vida delincuencial: pasaba billetes falsos de 20 dólares; no existía aún la moneda cubana.Y es que El Águila Negra ha empezado ya a hacer de las suyas.Las cartas van escritas en el papel timbrado del doctor José Roque Ramírez, abogado con domicilio en Marina número 12, la misma dirección de la cárcel.Se hace llamar Belisario Roldán y es un rico magnate petrolero de Tampico.Busca Roque Ramírez un detector de metales, opera el aparato, perciben sus señales y excavan.Raspa Roque uno de ellos y Berard, estremecido, recoge las limallas que luego analizará un joyero.Como nadie en Haití lo compraría, Castañón otorga un voto de confianza al francés y lo insta a que viaje a Nueva York, donde la Casa Morgan se perfila como un comprador seguro.En 1943 regresa a México y se instala en su lujosa residencia de Chapultepec.Dos policías cubanos, Jacinto Hernández Nodarse y Luis Torres Catá, le siguen los pasos.La repatriación está cerca y El Águila Negra encarga a su esposa que contrate los servicios del pistolero Pavía Franco, que, con su banda, ultimaría a sus custodios en el camino del aeropuerto.