Es considerado beato en la Iglesia católica, y su memoria se celebra el 25 de febrero.
Sin embargo, se cuenta que ante su indecisión por no saber a que orden ingresar, un ángel se le apareció en sueños, y le pidió que ingresara a la orden carmelita[1] Allí se hizo hermano lego,[2] previo permiso de sus padres.
[1] En 1379, decidió ir de peregrinación a Roma, donde se le atribuyen varios prodigios.
[1] Los religiosos tuvieron algunos problemas para completar su peregrinación, pues llegaron a Lucca, en el mes de febrero de 1280,[1] pues había una peste que no les permitió avanzar hasta Roma.
[1] Además, cruzando los Alpes, Avertano enfermó por el clima extremo y su avanzada edad.