Algunos automóviles blindados civiles pueden ser vehículos únicos sin equivalente estándar, tal como la actual Limusina presidencial estadounidense, hecha a partir de un chasis de camión medio modificado para parecerse a un Cadillac.
Los fabricantes generalmente dejan intacta la apariencia externa del vehículo, a fin de que se vea lo menos llamativo posible.
Además del propio blindaje, están disponibles muchas otras modificaciones protectoras: extintores automáticos, neumáticos Run Flat, depósito de combustible resistente a explosiones, encendido remoto del automóvil, control de temperatura y presión de los neumáticos, una sirena o alarma, un intercomunicador entre el interior y el exterior del automóvil, y un sistema de megafonía, para que los guardaespaldas dentro del automóvil puedan comunicarse con personas en el exterior.
Los gobiernos pueden ofrecer automóviles blindados a los representantes electos y oficiales de alto rango que se hallan en riesgo.
Las misiones diplomáticas y las empresas militares privadas usualmente emplean automóviles blindados como vehículos estándar.