Pausanias relata precisamente la misma historia de un tal Leónimo (en griego antiguo: Λεώνυμος).
[1] Era costumbre entre los opuntianos locrios cada vez que formaban su ejército en orden de batalla, dejar un lugar abierto en las líneas para su héroe nacional Ájax.
Mientras estaba en la isla de Leuce, Autoleón vio a Helena, quien le dio un encargo para Estesícoro.
Este poeta había censurado a Helena en uno de sus poemas, y como consecuencia se quedó ciego.
Estesícoro compuso un poema alabando a Helena y recuperó la vista.