Auto de fe de la Inquisición (Goya)

Varios reos encorozados y en actitud sumisa son sometidos a un proceso ante la presencia de numeroso público.

Todos los personajes del primer término aparecen individualizados, bien caracterizados en el desempeño de su papel, mientras que el fondo lo ocupa una masa anónima encuadrada por una arquitectura gótica y una atmósfera claustrofóbica.

En cuanto a la composición, Goya divide la tabla en dos zonas de luz contrastadas.

Por un lado el de los procesados y los inquisidores, que se sitúan en primer término.

Emilio La Parra y María Ángeles Casado describen así el cuadro:[1]​