Después de servir al ejército, se interesó mucho en las motocicletas y empezó a competir en carreras.
En el transcurso de seis años trabajando en el Parque, fue promovido a director, fue estudiando y entrenando, lo que lo hizo convertirse en un herpetólogo muy bien calificado.
Como una forma de ayudar a la difícil situación en la que se encontraban los gorilas en Sudáfrica, Austin decidió ayudar llamando la atención del público al encerrarse en un cuarto con 36 de las serpientes más peligrosas, durante un periodo de 107 días, pero en el día 96, una cobra mordió a Austin, pero este al ver tan cerca su objetivo, se rehusó a salir del pequeño cuarto para ser atendido en un hospital y sólo recibió primeros auxilios dentro del cuarto.
Gracias a esa experiencia, escribió el libro Snakes in my bed y más recientemente publicó su segundo libro centrado en documentales y fotografía de vida salvaje.
El último libro escrito por Austin llamado The Last Snakeman fue publicado en el Reino Unido por Noir Publishing.