[4] Tras la caída de Arbenz –y después de una breve estancia en La Paz, Bolivia– se exilió en Chile, para luego retornar a México en 1956, país en el que se estableció definitivamente, escribió y publicó toda su obra literaria.
[6] Con razón, Monterroso aseveró sobre este microrrelato que «sus interpretaciones eran tan infinitas como el universo mismo».
[cita requerida] En 1962, Se casa con Milagros Esguerra, colombiana y madre de su segunda hija, María, que nace en 1966.
[8] En 1970, Monterroso ganó el Premio Magda Donato y en 1975 el Premio Xavier Villaurrutia por su poemario Las ilusiones perdidas: antología personal,[9] y en 1988 se le entregó la Condecoración del Águila Azteca, por su aporte a la cultura de México.
En 2008, su esposa, la escritora mexicana Bárbara Jacobs,[3] donó su legado artístico a la Universidad de Oviedo.