Fue condenado a muerte por ahorcamiento y años después se descubrió su inocencia.
Tuvo una importante actuación como activista sindical y en 1880 se convirtió en editor del periódico anarquista en lengua alemana Chicagoer Arbeiter-Zeitung.
Si ustedes son hombres, si son hijos de sus antepasados, que han derramado su sangre para liberarlos, entonces levántense como Hércules, y destruyan a la Hidra que busca destruirlos a ustedes.
Una vez desatada la represión, alguien arrojó una bomba, que mató a siete policías.
Los testigos declararon que ninguno de los ocho acusados había arrojado la bomba.
Según The Press on Trial, Spies había finalizado su discurso pero aún estaba en el escenario cuando la bomba explotó.
En 1887 Spies y los otros acusados apelaron a la Suprema Corte de Illinois (122 Ill.
Allí fueron representados por John Randolph Tucker, Roger Atkinson Pryor, el General Benjamin Franklin Butler y William P. Black.