Atentado en la Catedral de Sveta-Nedelya
Pasando de 38.000 a 3.000 miembros,[1] la existencia misma del partido se veía cada vez más amenazada.Sin embargo, estos últimos rechazaron la propuesta, pensando que un acto de este tipo debería ser precedido por un levantamiento a nivel nacional.Sintiéndose amenazados, los líderes del PCB y de la OM decidieron finalmente organizar su plan.El entierro de Vladimir Nachev se hallaba revestido con una protección tan extremadamente reforzada por parte de la Policía que la OM prefirió buscar otra víctima, para la que se realizaría en consecuencia una nueva ceremonia.Se decidieron por el viejo general Konstantin Georgiev, diputado de la mayoría gubernamental.Presidía la ceremonia el obispo Stefan, quien posteriormente sería nombrado exarca de Bulgaria.La explosión destruyó la cúpula principal de la catedral, sepultando e hiriendo a numerosas personas que se hallaban en el interior del templo.Hubo ciento veintiocho muertos como consecuencia del atentado, y se contaron cerca de quinientos heridos.Abandonado por su partido, Petar Zadgorski (el campanero de la catedral) se entregó a la Policía búlgara para confesar su participación.Stanke Dimitrov, Petar Abadzhiev, Dimitar Grancharov, Nikolay Petrini y Hristo Kosovski recibieron condena a la pena de muerte en rebeldía, aunque los tres últimos ya habían sido ejecutados en las semanas anteriores.