Gracias a que estaban atrapados en cenizas volcánicas,[1] ha sido posible reconstruir varios esqueletos completos de astrapotéridos.
Restos más completos provenientes de las rocas denominadas Grupo Honda, en Colombia, que se encuentran bellamente expuestas en varias regiones del Huila y el Tolima, muestran que Xenastrapotherium poseía dos incisivos inferiores, en lugar de los tres de Astrapotherium, sus caninos se orientaban un poco más horizontalmente y el primer premolar superior estaba mucho más reducido que en Astrapotherium.
Otros rasgos en la configuración de sus molares confirman que Xenastrapotherium kraglievichi es un animal diferente al astrapoterio.
Granastrapotherium snorki, es una especie descrita también a partir de restos hallados en las rocas del Grupo Honda el Huila y el Tolima.
Los caninos superiores se proyectan mucho más hacia adelante, rodeados por estuches de hueso similares a los de los elefantes, y en la quijada, los incisivos se han perdido por completo, dejando dos caninos muy grandes y algo curvados hacia afuera.