Alfredo Galán

Alfredo Galán Sotillo (Puertollano, Ciudad Real; 22 de diciembre de 1977) es un exmilitar y asesino en serie español, el autor confesó seis asesinatos en Madrid entre enero y marzo del año 2003.

Más tarde fue enviado al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, donde se le diagnosticó neurosis y ansiedad, y, aunque su medicación era incompatible con el alcohol, él seguía bebiendo.

En marzo de 2003 se le dio la baja definitiva en el ejército español.

[1]​ Todas sus víctimas fueron asesinadas por disparos en la cabeza, la nuca o la espalda y a muy corta distancia, lo que explica por qué no se encontró en ellos ningún signo de resistencia.[n.

1]​ El arma fue en todos los casos una pistola Tokarev del calibre 7.62 o 133 corto que se había traído a España de su paso como militar por Bosnia.

2]​ La bala entró por la región occipital y salió junto a su ojo derecho, matándolo en el acto.

Los medios de comunicación asociaron erróneamente este hallazgo con alguna intencionalidad oculta, aún por descubrir, por parte del homicida, y comenzaron a referirse a él como «el asesino de la baraja» (o «del naipe»).

Esa misma tarde, Galán acudió a su psiquiatra en Madrid, quien, según sus palabras, «no se enteró de nada».

El infortunado esta vez fue Santiago Eduardo Salas, un inmigrante ecuatoriano de veintisiete años.

A continuación, su esposa, sorprendida, se giró e intentó protegerse con el brazo izquierdo.

Para otorgar credibilidad a sus palabras, aportó un dato que no había trascendido a los medios y solo sabían los investigadores del caso: en el reverso de los naipes encontrados en Tres Cantos y Arganda del Rey había un punto azul marcado con rotulador.

La juez desestimó esta versión, ya que, además de la confesión del acusado, los investigadores habían encontrado otras evidencias, como un casquillo de bala procedente del disparo que mató al portero y las prendas usadas para cometer los crímenes.