Los asesinatos se cometieron después del atraco al Östgöta Enskilda Bank, en Kisa.
Los ladrones Tony Olsson, Andreas Axelsson y Jackie Arklöv, dispararon a los policías cuando trataban de darle alcance.
Olsson, encarcelado también por delitos graves, aprovechó un permiso penitenciario concedido para trabajar como actor en una pieza teatral de Lars Norén; este hecho causó luego una gran polémica.
Se le encontró un millón de coronas suecas del robo, que así fueron recuperadas.
[3] Olsson afirmó además que fue Arklöv quien disparó a los policías y este último terminó por reconocerlo en junio de 2001.