Asesinato de León Trotski

[1]​ Iósif Stalin ordenó el asesinato de Trotski durante su exilio en México.

[4]​ La tarde del asesinato, Trotski se encontraba trabajando en su despacho cuando Mercader apareció con mal aspecto alrededor de las 17:20.

[5]​ Con este pretexto subió al despacho y, mientras este se hallaba sentado, se acercó a él por la espalda y le clavó salvajemente en la cabeza un piolet[4]​ que extrajo de un bolsillo del abrigo.

El nieto de Trotrski afirma que "Cuando mi abuelo sufrió el terrible atentado, la familia lo llamó, su número estaba a mano en la agenda de casa[6]​", explica Volkov refiriéndose al Dr Dutrem.

[9]​ Cabe señalar que a sus exequias celebradas en la capital mexicana asistieron cerca de trescientas mil personas, en una ciudad que por aquel entonces contaba con unos cuatro millones de habitantes.

Tumba de Trotski en su casa de Coyoacán, México.