[3] Los actos criminales cometidos por la secta, iban desde incendiar a personas justificando dicho accionar al afirmar que los incendiados eran "pecadores", así como enterrar restos óseos por las localidades bajo su poder, esas localidades eran Manguay, Santa Lucía y Munichis, teniendo a Nueva Esperanza como su base de operaciones.
En julio de 2009 la Policía Nacional del Perú (PNP) intervino en la localidad de Nueva Esperanza, enfrentándose en combate con los sectarios, la población tuvo que esconderse y evitar ser víctima del fuego cruzado.
Por tal la PNP detuvo a Pedro López Lancha, pastor de la organización, Ernesto Laulate Cahuaza, Liceth Saboya Canaquiri y Edita Altamirano Acuña.
Horas posteriores a la PNP le fue comunicada que tras su retirada, Acosta Magipo fue capturado, torturado y asesinado por la secta, el pequeño grupo policial que se quedó en Nueva Esperanza no pudo defender a Magipo porque los disparos provenían de chozas con niños adentro.
[1][2] El mayor PNP David Rojas Ventura se aventuró en las viviendas principales donde capturó a varios miembros de la secta con sus familias.
Nueva Esperanza quedó como un pueblo fantasma durante un tiempo por el temor a que el conflicto se reinicie.
[1][2] La Policía Nacional del Perú con la información recaudada inició la exhumación de fosas comunes que se encontraban escondidas en lugares estratégicos, donde los sectarios ponían los cuerpos de los que se negaban a obedecerlos.